FRANCESCO RISSO

La multidimensionalidad es un aspecto vivo para Francesco Risso, el director creativo de Marni. Nacido en una familia compuesta con un estilo de vida nómada, Risso pasó su juventud viajando constantemente antes de establecerse en Génova. La familia compuesta, llena de personajes y sus guardarropas, reveló al joven Francesco el poder de la vestimenta: pronto comenzó a confeccionar su propia ropa a partir de la de otros como una forma de hacerse oír.

Habiendo elegido la moda como su camino, Francesco Risso asistió a Polimoda en Florencia, luego se trasladó a Nueva York donde obtuvo un título en Diseño de Moda en el Fashion Institute of Technology y finalmente completó sus estudios con un máster en Central Saint Martins en Londres. Las tres instituciones le dieron una visión completa de lo que es la moda, como disciplina de diseño y esfuerzo artístico. 

Al regresar a Génova, Francesco Risso creó una etiqueta de piezas de edición limitada y abrió una boutique, hasta que se unió al equipo creativo de Anna Molinari. Luego ocupó posiciones en Alessandro Dell'Acqua y Malo, hasta que llegó a Prada, donde trabajó durante diez años en colecciones de pasarela para mujeres y proyectos especiales, absorbiendo un método de trabajo intensamente cerebral pero eminentemente práctico.

En 2016, Franscesco Risso se trasladó a Marni, donde fue nombrado director creativo, encontrándose naturalmente en sintonía con la personalidad libre e idiosincrásica de la marca. En poco tiempo, ha moldeado la identidad de Marni en un ser completamente nuevo, fiel a sus raíces pero completamente propio, atrayendo así a un nuevo público polimorfo.

Francesco Risso aborda la creación de moda como un gesamtkunstwerk, una obra de arte total: fusiona lenguajes y disciplinas en un conjunto multifacético, anticipando una estética procesual encarnada a través de medios interconectados que están arraigados en la materialidad de la ropa pero cobran vida a través del desfile de moda, las colaboraciones y las experiencias de tienda. Involucrando a colegas afines en un intercambio creativo continuo, fomenta el diálogo como el combustible de la marca. A través de su gusto por la narración, Francesco Risso sigue dando forma a Marni en una comunidad laboratorial gobernada por una multidimensionalidad sin restricciones.